La misión social de la empresa: proteger el derecho a la emoción

Vivimos en una era online. Pero a pesar de la rapidez de la comunicación, el contacto en vivo, y junto con él las emociones, se reduce constantemente. Y ahora el virus ha agravado la situación, privándonos de nuestro derecho a la alegría del contacto humano ordinario. Y por fin hemos comprendido el verdadero precio de tener a un ser querido cerca.

Ningún zoom ni ningún otro dispositivo técnico puede sustituir las sensaciones que siente una persona por haber recibido un hermoso ramo de flores en una fiesta. Las flores cumplen correctamente su función: ¡dar alegría a la gente! Nuestros floristas defienden su derecho a vivir emociones, a alegrarse y a hacer felices a los demás cada día.